La mente humana está preparada para adaptarse y acomodarse a las rutinas. Muchos de nosotros tenemos hobbies y pasatiempos que podemos pasar realizando durante horas y horas. Nos encantan ciertas actividades e incluso llegamos a pensar que muchas de ellas pueden mejorar nuestra agilidad cerebral.
Suele ocurrir muchas veces que cuanto más nos habituamos a una tarea, menos trabaja nuestro cerebro en hacerla y más se convierte en un acto natural para nosotros. Si somos capaces de hacer un crucigrama casi con los ojos cerrados, poco estaremos trabajando nuestra capacidad cerebral…
Por eso, debemos buscar nuevos retos para nuestra vida cotidiana, porque de este modo se ponen en funcionamiento ciertas zonas de nuestro cerebro que por lo general solemos tener prácticamente escondidas. Son ellas las que trabajando van a hacer que toda nuestra capacidad cerebral se desarrolle con un mayor potencial.
Fundamental en todo esto es el hecho de buscar algo nuevo y desconocido para nosotros. La curiosidad es la que hace que nuestro cerebro trabaje a mayor velocidad y de forma más eficiente. Y eso es algo tan sencillo como variar nuestras rutinas diarias solo un poquito para poder favorecer este desarrollo.
* Cambia tu reloj a la muñeca contraria. E intenta realizar actividades con tu mano no dominante. Abrir puertas, cepillarte los dientes, abrochar botones con la mano a la que no estás habituado hará que tu cerebro establezca conexiones nuevas y tenga que detenerse a pensar para realizar todas las tareas. Tenemos que buscar todas las maneras posibles de que nuestro cerebro no haga las cosas tan naturalmente y hacerlo trabajar un poco para conseguirlas. Podemos practicar ejercicios “a ciegas”, unos minutos al día, por ejemplo, cuando nos duchamos, al alcanzar los productos para el baño, accionando las llaves del agua, a la hora de secarnos o incluso para vestirnos. Con los ojos cerrados, nuestra mente pone en funcionamiento otras regiones, más propias de nuestros otros sentidos, y las conecta con nuestro sentido de la vista. Y todo lo que sea crear nuevas interconexiones es bueno para nuestra agilidad mental.
Del mismo modo podemos leer en voz alta. Realizado entre varias personas, leer y escuchar lecturas activa diferentes circuitos cerebrales a los que habitualmente activamos con una simple lectura en silencio.
* Ir al trabajo por un camino diferente, ir a hacer la compra a otra tienda diferente a la habitual, empezar las comidas por el postre, buscar nuevos hobbies y desarrollar nuevas habilidades, o leer libros de temáticas diferentes a las que estamos acostumbrados, harán al cerebro trabajar más eficientemente y desarrollar en mayor medida su potencial.
* Aprender números de teléfono supone devolver al cerebro una actividad vital para él. Las nuevas tecnologías están haciendo que perdamos gran parte de nuestra habilidad mental.
Hacer listas nos ayuda a asociar unos datos con los otros. Cualquier tipo de lista nos sirve. Una lista de la compra, una lista de los viajes y lugares que hemos visitado, de nuestras comidas o películas favoritas, etc. De vez en cuando, haz una lista mental de alguna de ellas e intenta memorizarla. Esto establecerá también nuevas conexiones cerebrales.
En definitiva, busca cualquier actividad con la que puedas mantener tu curiosidad encendida y mantendrás a tu cerebro funcionando eficientemente.