Nuestros sueños pueden ser el camino a la formación de nuevas ideas o proyectos, a la resolución de nuestras dudas o nuestros problemas o a la recreación de nuestros recuerdos.
Se denomina Incubación de Sueños y consiste en una técnica que debe ser practicada e “incubada” durante un período de tiempo no menor a 20-30 días, de modo que nuestro inconsciente se acomode a la práctica y comience a ser verdaderamente efectiva una vez lo hayamos convertido en un hábito.
No es más que, por decirlo de alguna manera, “plantar una semilla en nuestra mente” y aprovechar el periodo de sueño para que nuestro inconsciente trabaje y haga florecer esa semilla.
Justo antes de dormir debemos concentrarnos en la situación, la persona, la idea que nos preocupa y a la cual pretendemos encontrar respuesta. Debemos comenzar con ideas o imágenes sencillas, preguntas simples y concretas. Al ser una práctica nueva debemos facilitar la tarea en los primeros intentos: si pretendemos evaluar una relación con una persona bastará con tener una imagen de esa persona en nuestra mesita de noche y grabar esa imagen en el momento de disponernos a dormir; si se trata de un nuevo proyecto, la imagen de un plano o una idea que tengamos en la cabeza puede ser esa semilla que necesitamos para que el proceso se vaya gestando durante el sueño. Es tan sencillo como llevarnos ese último pensamiento a la cama con nosotros, bien claro y bien nítido y bien real. Inicialmente deberíamos ser concretos para facilitar el trabajo a nuestro inconsciente. Pero con la práctica podremos trabajar cualquier tipo de ideas, preguntas o situaciones más o menos complicadas…
Es una técnica muy efectiva. Al principio no obtendrá los mejores resultados, pero nuestro inconsciente, una vez lo hayamos adquirido como hábito, lo irá perfeccionando hasta límites increíbles.
De hecho, es una técnica que se ha venido practicando con enorme éxito desde las más antiguas civilizaciones. Solo requiere un poco de fe y constancia para obtener los mejores resultados.
La técnica es así de sencilla. Una vez vayamos a disponernos a dormir, visualizamos la imagen, la idea, la situación a la cual queremos dedicar nuestros sueños. Debemos ser capaces de visualizarlo como si fuera real, y sentirlo como si realmente fuera real. Hecho esto solo queda cerrar los ojos y dormir. A partir de este momento el inconsciente hará que ello vuelva a venir a nuestra mente y comience a trabajar una vez estemos dormidos.
Y una vez despertemos, debemos anotar todos y cada uno de los detalles e ideas que nos vengan a la cabeza en relación al sueño. Debemos hacerlo nada más despertar. Se recomienda hacerlo incluso con la luz apagada, y antes de incorporarse siquiera, ya que muchas veces los sueños comienzan a olvidarse nada más comenzamos a distraernos.
Si no recordamos el sueño, analizaremos nuestro estado de ánimo o estado físico. Si nos hemos despertado relajados o agotados, con molestias en la espalda, dolor de cabeza, etc. Muchas veces, el simple hecho de analizar nuestro estado físico o emocional, hace que los recuerdos de la noche emerjan rápidamente a nuestra mente consciente.
Y ahora sólo queda analizar los resultados. Las ideas y soluciones han surgido (o irán surgiendo). Algunas será mejores o peores, algunas serán desechables y prescindibles, pero otras llegarán a ser valiosas aportaciones. Y si vuelven a surgir nuevas dudas, podemos volver a repetir el proceso una vez más y cuantas veces sea necesario, antes de disponernos a dormir cada noche. Merece la pena intentarlo.
Muy interesante la información, me gustaría saber de donde la sacaste.
Gracias por el feedback.
Recuerdo haberlo leído por primera en algún estudio sobre desarrollo emocional y habilidades inconscientes. Más tarde, ¿casualidades de la vida? una de las personalidades a la que más admiro, habló de su costumbre de irse a la cama “plantando una semilla” en su mente, para darle vueltas en su fase de sueño durante la noche.
Si eres seguidor de series policíacas y de detectives de moda, como puedan ser “The Mentalist” o “Criminal Minds”, el asesor Patrick Jane y el Dr. Spencer Reiz se confiesan fieles practicantes de la técnica.
Si te interesa o, al menos, te ha llamado la atención, te recomiendo leas cualquiera de los trabajos de la Dra. Deirdre Barrett, probablemente la persona que ha estudiado en mayor profundidad esta Técnica de Incubación de Sueños.
Y lo más importante, practica. Porque sólo con práctica se volverá útil.